Pregón de Semana Santa Ovetense 2019

Aún resuenan en las calles de Oviedo los ecos de la cabalgata de Reyes Magos, todavía se escucha si se pone atención, los gritos, las risas y la emoción  de los niños que miran a Melchor, Gaspar y Baltasar sigue también resonando la algarabía del carnaval, tan próximo, pero poco a poco, con el paso de los días, toda esa alegría  va dejando paso a otros ecos, a otras voces, a otros momentos construidos, en este caso por la reflexión, el silencio, la austeridad, las ciudades como Oviedo están acostumbradas a la transformación de sus calles, por la magia de algún acontecimiento festivo, vivimos la Navidad, y el carnaval y la Semana Santa, y el Martes de Campo, y las fiestas de San Mateo, con sus chiringuitos, se adornan las calles, y sus escaparates, suena la música en todas las esquinas, salen de sus casas los vecinos a disfrutar, a compartir, a recordar que un año más hay motivos para la alegría pese a todo, pese a los sufrimientos,  las ausencias, y Oviedo se hace entonces luz, se construye con la luz y también con las risas de los niños, y a veces con grandes silencios, con el emocionante retumbar de los tambores, y la agudeza emotiva de las trompetas, y con el rincón insistente y profundo de las gaitas, con las campanillas, con las panderetas, con las castañuelas, con las chiflas, todo ello no es casual, responde a una forma de ser, en el que prima el espíritu positivo y creativo.