Herederos de un movimiento cofrade de varios siglos
La Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de Los Dolores en su Inmaculada Concepción es heredera del movimiento cofrade surgido en la parroquia de San Isidoro el Real a lo largo de los siglos. Ya tenemos noticia del mismo en las Constituciones de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Ánimas Antiguas, de 1 de junio de 1777, como actualización, unión y refundición, de dos anteriores a los años 1652 y 1664 respectivamente: "considerando que las anteriormente hechas no regían según el estilo, y costumbre que actualmente se observa, su fecha de las unas del año mil seiscientos cincuenta y dos; y las otras de el de seiscientos sesenta y cuatro, eran dos distintas Cofradías, que se unieron y, refundieron en solo una con el título de Soledad, y Animas Antiguas en veinte y seis de enero de setecientos veinte y siete".
En dichas Constituciones se señalan las obligaciones de los cofrades, que difieren según su condición: sacerdotes o legos. Describen los oficios o cargos con los que contaban: un Rector, dos Celadores, un Mayordomo, un Secretario, un Fiscal y dos Muñidores, definiendo con detalle las diferentes responsabilidades. Nada sabemos de la fecha hasta la cual pervivió, ni a que fue debido su desaparición ya que los últimos documentos que conocemos se remontan a mediados del siglo XIX.
Un siglo más tarde, en mayo de 1952, se constituye la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. Se regía por una Junta Rectora, al frente de la cual figuraban dos Hermanos Mayores: uno nato, el Director de la Escuela de Artes y Oficios y otro, en colaboración y sustitución, que era el Presidente de la Sección de Hombres de la Acción Católica de San Isidoro. Podían pertenecer a la Cofradía "todos los varones de 15 o más años de edad y las señoras y señoritas que lo deseen sin limitación alguna". Contaban con un hábito compuesto de túnica blanca (amarillenta) de lanilla, cíngulo grueso de cáñamo y manto de panilla negra. Y un cubre cabeza de raso negro. Las citadas Constituciones fueron aprobadas por el entonces Obispo de la Diócesis Don Francisco Javier Lauzurica y Torralba, el día 4 de junio de 1952.
El 6 de noviembre de 1995 se constituye la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores, actualización de las anteriormente citadas y cuya primera salida procesional tuvo lugar el 5 de abril de 1996. Sus primeras Constituciones fueron aprobadas por el entonces Arzobispo de la diócesis Don Gabino Díaz Merchán, el 6 de julio de 1999. En el año 2007 son revisadas y actualizadas, siendo ratificadas por Don Carlos Osoro Sierra, titular en aquel momento de la diócesis Ovetense, con fecha 20 de febrero de ese mismo año por un quinquenio. El día 7 de septiembre de 2012, el Sr. Arzobispo, Fray Jesús Sanz Montes da su conformidad a una renovación por un nuevo quinquenio.
El 3 de junio de 2014 es aprobada, mediante decreto de Fray Jesús Sanz Montes, la fusión de la Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores y la Archicofradía de las Hijas de María constituyendo, a partir de esta fecha, la Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción. Esta es la segunda fusión de dos cofradías en nuestra historia se produce como culminación de un proceso iniciado durante meses con el estudio y aprobación por parte del Cabildo de Oficiales. Siendo ratificado en el Cabildo General Ordinario celebrado el 26 de marzo de 2014. Por su parte también las Hijas de María mostraron su conformidad en su asamblea del 19 de marzo de 2014.
Por último el 22 de octubre de 2018, nuevamente mediante decreto del Sr. Arzobispo de Oviedo, Fray Jesús Sanz Montes es fusionada la Real Archicofradía de la Santísima Trinidad (fundada a finales del siglo XIX) resultando la Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción.
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