Pregón de Semana Santa Ovetense 2003

Los episodios de la Pasión y las celebraciones de toda la Semana Santa, se orientan, sobre todo, a vivirlos desde nuestro interior constituyendo un momento crucial del año litúrgico. Esta es la primera y suprema razón que nos reúne hoy aquí y en días sucesivos por las calles de Oviedo; otra visión distinta y complementaria. Todos los actos, inclusive las procesiones, servirían para poco, si su contenido, no lo hiciéramos encarnar en nuestra vida.

Lo decía Felipe, nuestro Presidente, el año pasado, en este mismo lugar y lo recuerdo yo ahora. No es que sobren las procesiones, ni sean anacrónicas ni que tampoco su número sea trascendental; pero con ellas estamos llevando, transmitiendo el mensaje evangélico por las calles de la ciudad y a su gente (¡Ah!, me olvidaba, también a nuestros visitantes y acompañantes, cada día más numerosos).A todos nos puede ayudar a dar un paso más en nuestro ideal de ser cada día un poco mejores, seamos cofrades, o simples espectadores activos. El fin último de la Semana Santa, es dar sentido cristiano a nuestra vida. Espero quede bien asentado este principio.[...]